Patinetes eléctricos en el trabajo: ¿puede la empresa prohibir su entrada?

El riesgo asociado a baterías y dispositivos eléctricos

Los patinetes eléctricos funcionan con baterías que, si se sobrecargan o manipulan de forma inadecuada, pueden provocar incendios o explosiones. Algunas ciudades ya han restringido su acceso al transporte público por razones de seguridad, y hay seguros que no cubren los daños provocados por estos vehículos.

En este contexto, la empresa puede argumentar que la entrada de patinetes en sus instalaciones supone un riesgo para la seguridad del personal y de las infraestructuras.

¿Puede prohibirlos la empresa?

Sí. La empresa puede establecer una política interna que prohíba expresamente:

• La entrada de patinetes eléctricos en el edificio.
• Su almacenamiento en zonas comunes o privadas.
• La carga de estos dispositivos dentro de las instalaciones.

Esta restricción puede incluirse en un reglamento interno específico, en el plan de prevención de riesgos laborales, en el manual de bienvenida, o incluso como cláusula contractual.

¿Qué ocurre si un trabajador desobedece?

Una vez comunicada esta norma, si un trabajador guarda o carga un patinete eléctrico en el centro de trabajo, puede incurrir en desobediencia a las órdenes empresariales.

Esta conducta suele considerarse una falta grave. En función del convenio colectivo aplicable, podría sancionarse con suspensión de empleo y sueldo, aunque es necesario valorar el caso concreto y seguir el procedimiento disciplinario correspondiente.

Recomendación

Revisar el plan de prevención de riesgos laborales e incluir de forma explícita una política sobre dispositivos personales con batería (incluidos patinetes) ayuda a evitar dudas jurídicas y conflictos en la aplicación de sanciones.

Además, conviene establecer zonas habilitadas en el exterior del edificio donde los trabajadores puedan dejar sus vehículos personales de forma segura.